Por alguna razón tal vez relacionada con la hipertextualidad, la tribu cibernética tiende al nomadismo (los hiper-activos aman la hiper-textualidad -y los hiper-vínculos-). Pero hoy decidí, al menos intentar, establecerme en este espacio, tender y tender-me en la hamaca de la no-agitación.
Recuerdo que en mis primeros accesos a Internet, me limitaba a permanecer en un solo sitio (¿alguien conoce chicos.net?). Y todo resultaba más feliz y productivo -aunque yo me pasaba jugando en ese entonces- que hoy, época del ciberespacio en la que observamos por un lado una especie de "superpoblación" de sitios y sobre todo de redes sociales, y por el otro, la escasez, ya no hay terreno disponible, ni IPs ni dominios.
Conocí la sensación de protagonismo que produce la web cuando ingresé a GeoCities por primera vez (la gente que siempre estuvo frente al televisor también percibe esto aunque con menor intensidad, durante los reality shows por ej., como cuenta Augé). Al no haber demora temporal ni límite espacial, el simple acto de colgar unos GIFs animados horribles y colocar el nombre de uno y tal vez una foto, o disponer un PDF para la descarga, lo hace sentir a uno realizado. Creo haber subido un PDF sobre un curso de Cisco Systems del que participaba en ese entonces. Posteriormente migré de Geocities a los blogs, creé decenas de estos con distintos nombres y colores y me pasaba más tiempo copiando/pegando noticias o artículos sobre los tópicos que me interesaban que escribiendo mi pensamiento u opinión propia. Es por esta razón que hace un tiempo, eliminé todo lo que había "aportado" a la web desde mi incursión a Geocities, aferrándome solamente a un espacio en el que publicaba relatos muy malos.
Así que hoy inauguro (esta palabra la da demasiada relevancia pero lastimosamente no se me ocurre otra) este espacio, sin ánimos de lucro (ya no me interesa Google Adsense, ni el SEO, ni eso que llaman "social media") en el que escribiré sobre los temas que me obsesionan hoy. Y deseando que la gente que se introduce al ciberespacio busque por sobre todo no re-inventar la rueda, expresar su opinión más que hablar del nuevo artefacto monstruoso que inventaron los chinos. Porque hoy es imperioso pensar en lo que transmitimos a través de Internet.
El nombre del blog no guarda relación alguna con la mitología, tal vez sí con los lomitos, ya que me encuentro geográficamente próximo a la estatua de Las Residentas, cuyas axilas amparan a los gastrónomos del siglo XXI.
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